jueves, 6 de septiembre de 2007

PARA NOSOTRAS


ESCUCHEN...





.Feminidad a flor del piel

Un bar diseñado y pensado para todas las mujeres que recuerdan su infancia y sus juegos de muñecas.
Desde abril del 2004, el bar Magnolia ha sido reservado para las féminas bogotanas. Allí encuentran el templo a la delicadeza, el gusto y el glamour que las caracteriza.
Más que un bar, es una obra de arte que combina el vintage de los salones de té de los años 20 (exclusivos para mujeres) con una decoración retro, cuya paleta de colores fue inspirada en los lomos de la enciclopedia infantil El mundo de los niños.El protagonismo de la noche se lo roban esos toques infantiles que marcan la esencia femenina: Barbies que parece que bailaran dentro de cuadradas peceras, al ritmo electrónico del DJ de turno; esmaltes, espejos y maquillaje divertido, lleno de escarcha y colores fuertes, reposan junto al lavamanos, en el baño mixto del bar.Incluso la carta es alusiva a revistas dedicadas a la mujer y a las adolescentes. No es extraño escuchar a los clientes pedir un Cosmopolitan, Glamour o Tu, en las barras del lugar (hay dos, una en cada piso).Cada pieza de decoración fue diseñada y adaptada por sus propietarios, amantes de la fotografía y el diseño. Hay un cuarto con cama, peinador y tapizado con carátulas de discos. Allí pueden rumbear y sentirse en casa. De hecho, el resto del bar tiene más camas que sillas. Magnolia seduce los sentidos con su atractivo visual, su excelente música, comodidad y calidad de sus bebidas. Ha sido el sitio preferido de colectivos de jóvenes diseñadores para dar a conocer sus propuestas de moda, arte y fotografía. No es galería ni bar universitario (no abre en las tardes); mucho menos un bar swinger. Es un bar femeninamente pensado.¿Dónde?Calle 59 No.8-48.Teléfono:541-4187.

1 comentario:

thamar dijo...

Me parece espectacular la creación de dicho bar LA Magnolia, y sólo para mujeres porque nunca piensan en nosotras, pues la gran mayoria de bares son sólo para hombres, pues creen que son los únicos que reportan ganancias, pero no se ponen a pensar que nosotras podemos reportar más pues estamos como fieras enjauladas esperando una oportunidad, no de mal comportamiento ante la sociedad sino de sana diversión